Desde diciembre lleva audífonos y...¡Es otra persona!
Hasta entonces...para él el mundo no tenía sonido.
Sus papás lo cuentan: "Ahora es un niño feliz".
Estamos trabajando mucho en el entrenamiento auditivo:
- --Detección.
- -- Discriminación.
- -- Identificación.
- -- Reconocimiento.
- -- Comprensión.
Debemos tener presentes las siguientes consideraciones:
- No se debe descartar ningún tipo de ayuda para asegurar el éxito (apreciación táctil, luminosa, visual). (DETECCIÓN)
- Posteriormente estas ayudas se irán eliminando hasta quedar en el estímulo auditivo.
- En niños las respuestas deben ser condicionadas a través del juego (coche que se pone en movimiento ante la existencia de sonido). (DETECCIÓN)
- Es necesario recordar el papel importante que realiza la familia y la implicación necesaria en el proceso. Las actividades deben ser adecuadamente reforzadas en el ámbito familiar. (DETECCIÓN)
- Cuando el paciente demuestra mucha dificultad o incapacidad en la realización de tareas de discriminación, se deben plantear actividades más funcionales y gratificantes para el paciente (identificación y reconocimiento) para posteriormente retomar la discriminación de forma específica. ( DISCRIMINACIÓN)
- Tampoco es conveniente insistir excesivamente en lograr unos objetivos amplios. (DISCRIMINACIÓN).
- No debe ser un simple juego, debe entender los cambios que supone una pequeña diferencia en los palabras, ejemplo: no es lo mismo comer jamón que comer jabón. (DISCRIMINACIÓN)
- En niños hay que realizar las actividades de identificación en función de su nivel de desarrollo lingüístico. Todos los ítems que se les presentan tienen que ser significativos. (IDENTIFICACIÓN Y RECONOCIMIENTO)
- Se deben utilizar elementos de su léxico y conceptos ya integrados en su aprendizaje. (IDENTIFICACIÓN Y RECONOCIMIENTO)
- Respuesta a preguntas referidas al paciente o a su entorno. (COMPRENSIÓN)
Hemos empezado hace poquito la intervención logopédica, tras una valoración inicial,y ya se aprecian avances.
"A veces Clara perdía la paciencia, se tiraba al suelo, pataleaba y gritaba, pero sin articular ningún sonido en idioma conocido, o bien anotaba en la pizarrita que siempre llevaba consigo los peores insultos para la pobre mujer, que se iba a la cocina a llorar la incomprensión." Isabel Allende “La casa de los espíritus”